Paso a encantos

Di mil vueltas, ya no puedo ni mencionarlas debido a que perdí la cuenta.
Simplemente me encantaba, me encanta.
Es que algo tan simple te puede traer de vuelta ese mundo sin fin al cual creiste pertenecer, ese mundo magico e ideal creado en tu propia cabeza.
Me sentía como niña chiquita jugando a la exploradora sin dejar de descubrir cada pedazo,cada parte, cada espacio de ese lugar.
Decidí a entrar,ya lo había hecho una vez, otra más qué daño haría.
Subi uno a uno , llegue hasta el techo antes de la puerta principal... esas bancas de piedra puestas cada una a extremos opuestos me daban la señal de que ese era la clase de lugar que una fantasia de niña hubiese querido tener. Pase la principal, miré a ambos lados, ambas habitaciones igual de amplias; la pared de todo el lugar hecho de piedras, rectangulares, casi perfectas y a la vez hechas para sentir de que fue una casualidad su estadia apropiada; la escalera principal...y debajo de ésta baños a la derecha y...a la izquiera...una entrada, casi imperceptible, me hacía creer que entraba a una mazmorra, mis ojos se abrian paso en cada esquina del pequeño pasadiso, hasta que creyeron ver el fin de este, claro que a la espalda estaba una salida, dos salidas para ser precisa... una que llevaba a otro ambiente más amplio y ya no tan oscuro como el anterior y el segundo que llevaba a una especie de pequeño escritorio con salida dimituta a un costado, este daba hacia una puerta que llegaba hasta un pequeño pasadiso que daba a ver una escalera bastante delgada a la que al verla nadie le hubiese tomado importancia y a una salida de todo el lugar,como una huida rápida.
Regresé casi hasta la mitad para llegar al ambiente anterior, quería subir por la escalera principal, obviamente en mente la escalera delgada para después curosear(siempre dicen que las cosas casi imperceptibles son las que más secretos aguardan), en la baranda de ésta daba muestra abierta a una especie de león tallado en madera... subi lentamente...

Cómo me encantaba disfrutar cada paso en ese lugar, era de ensueño, no, era revivir parte de mis sueños, de lo que alguna vez quise... de niña siempre me imagine un lugar así... hasta hace no mucho decía que una casa similar (al estilo colonial, con detalles tipo castillo) sería, en versión más grande, mi preciada casa de campo... dónde pasaría cada invierno con mi esposo...así descansaríamos del mundo, y tendríamos un espacio solo para nosotros... como llevarnos un pedasito del tiempo colonial... siempre me encantaron esa clase de detalles: esos vestidos, esa clase de casas, esos relojes antiguos, los muebles, paredes de piedra, grabados...tallados en madera, arañas que alumbraran ambiguamente colando de los techos... cómo revivir un cuento de hadas... ya estoy grande para creer en fantasías, verdad?

Sería imposible poder describir cada detalle de los interiores, como un castillo...asi de hermoso... ¿o será que yo era la unica capaz de apreciar cada minusculo detalle? 4 chimeneas largas que salian hasta una altura de 4to piso... 3 torres cortadas que daban presencia a balcones disimulados, tejado, paredes escondidas... si,paredes escondidas, de esas que crees tocar y pensar que estan a la misma altura que las demás hasta que te das cuenta que hay un pequeño relieve insinuante un pasadiso secreto.
En el segundo piso llegue a una sala, como una sala de estar, muebles alrededor, mesa al centro y...al costado... a simple vista una especie de cuadro gigante , al acercarme me di cuenta que hacía el borde de cuadro, mas no era uno. al subir o adentrarme en este, era un ambiente más pequeño con pared al final ,ya no más salidas, como esos cuadros gigantes que pintaban de san martin sentado en una sala...así te podias ver sentado dentro de esta salita mirado desde el exterior ...
Volví al pasadiso principal, voltié a ver una pared que me daba señal de tener una puerta, pero esta no parecía del todo una, no llegaba hasta el piso y era tan delgada que tendría que haberme puesto de perfil para entrar... aún así...era una, tenía perilla y todos los signos de serlo.

Curosear, siempre... bajando encontré la escalera delgada que al seguirla me llevo hacia un 3er piso inexistente ya que no tenía cohesión con el resto de la casona,ya que esta tenía solo dos pisos, llegue a una especie de almacen gigante, el techo no era recto, era inclinado , la forma de las tejas lo guiaba, y al seguir el pequeño patiesito, me di con una abertura que me mostraba una pequeña parte de la parte superior de una de las chimeneas (nunca supe cual era la parte inferior de estas) y la otra que me daba a una puerta, una habitación, que me hubiese gustado habitar...

Cada detalle lo recuerdo a la perfección, me afané mal con este lugar, tal vez por el significado que yo le había dado desde ya muy niña, o por lo quemada que eh estado últimamente, la fiebre no me sienta bien.

Pobre mi esposo, tendrá que aguantarse algún día el más maniatico de mis caprichos... ya que esto me hace sentir como en "esos tiempos" en los que te imaginabas un futuro con tu marido todavia inexistente, pienso poner: algún día un lugar parecido, hecho a mi gusto, será mio, y podré vivir el pedasito de mundo que tengo guardado.


"Por dos minutos adentrada en mi pequeño mundo de ensueños" paso a encantos :)